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3 de julio de 2009

voy a tratar explicar lo que siento por los musicales

es muy difícil describir sensaciones y sentimientos con exactitud, pero voy a intentar explicar qué representan exactamente los musicales en mi vida, para ver si dejan de mirarme como si tuviera lepra cada vez que digo que me gustan los musicales.

en principio voy a centrarme sólo en el momento del musical, en la función, y después voy a explicar todas las otras cosas que lo convierten en algo importantísimo de mi vida.

cuando estoy viendo un musical es como estar en un cuento de hadas (aunque sea una tragedia con todas las letras como otelo) el hecho de que el canto y los movimientos vayan en armonía con la música le dá a mis ojos y a mis oídos esa impresión de estar en el paraíso. pero eso no es todo lo que siento cuando veo un musical. siento que me fluye fuego por las venas (literalmente) y cuando llega el intervalo....uh!!!!! que terrible!!!! volví a caer en el mundo real por diez minutos (es como cuando te subís a una hamaca y estás hamacándote, feliz, con el aire que te dá en la cara, tratando de llagar más alto y te llaman y te tenés que bajar. es como ese instante en el que tocás el piso) pero lo peor es que el intervalo significa que ya pasó la mitad de la obra y que en otro tiempo igual al que ya pasó (que siempre pasa volando el primer acto) me tengo que ir y no voy a volver nunca a ver esa obra, nunca voy a volver a tocar el cielo con las manos de esa misma forma. podré tocarlo de otra forma con otro musical, pero nunca con el mismo.

ahora explicaré todos los condimentos que hacen que ir a ver un musical sea más perfecto que la perfección que describí arriba.

en primer lugar, los musicales son obras de teatro y como corresponde se hacen en un teatro. ¿alguna vez entraron en una iglesia y quedaron maravillados con el silencio y el respeto que se respira?¿notaron que todas las iglesias son arquitectónicamente hablando una obra de arte? eso es exactamente lo que yo siento en un teatro:tranquilidad, alegría, respeto, hermandad y belleza. por eso es que suelo describir los musicales y el teatro como "celestiales" (Pablo: no te rías cuando leas esto)

por otra parte...cuando salgo del teatro, durante días, semanas o incluso meses cada vez que cierro los ojos escucho esas melodías y veo esos bailes y todo el tiempo (con ojos cerrados o abiertos) siento que me baila el alma (si,si. ya sé que no es una muy buena descripción, que no es muy fácil imaginarse un alma bailando, pero son las palabras menos incomprensibles que se me ocurren para describirlo).

además están los cd's, que son como una llave que me ayuda a abrir las puertas de la imaginación y del recuerdo, para revivir esa gran noche.

y también están los musicaleros. ver un musical es una garantía de delirio.

por último, está la emoción, la ilusión, la adrenalina de los días, noches (sobre todo noches. noches en las que no me puedo dormir de la emoción), las semanas antes de ir y por qué no de los meses antes, desde que nos enteramos cuando se va a estrenar que lo empiezo a palpitar (el colmo fue pasar por la puerta del ópera y mirar para adentro cada vez que entraba alguien en pleno febrero jajajajajajajajaja).

eso es todo por este post. después intentaré explicar cómo me cambiaron la vida los musicales (eso es mucho más fácil de explicar y de entender)