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3 de septiembre de 2009

se me ocurrió algo raro.

hoy estaba mirando a mi perra a través de la ventana de la cocina y me puse a delirar (efecto de la enfermedad o de la costumbre?quién sabe) y se me ocurrió lo siguiente. no sé si les gustará, pero a mi me pareció una idea digna de compartir (aclaración importante: no lo escribo con ninguna intención más que la de escribir algo original, no intenta encerrar ningún mensaje):

"Querido lector:
la gente a menudo dice que es imposible que yo escriba o incluso que yo piense. dicen que no sé nada, que no entiendo las cosas, que no conozco la situación por la que están atravezando. muchos, incluso piensan que mi vida no tiene sentido. pero no es así.

el otro día vino Darío a decirme que no sabía como hacer para que la profesora le creyera que había hecho la tarea, pero que se la había olvidado y que, como no le creyó, se enojó con él.

yo soy mudo, no puedo hablar y no pude contestarle. solamente lo miré, le sonreí y lo hice pensar en otra cosa, pero me gustaría explicarle que la profesora no le puede creer esa situación, porque es la excusa más usada del mundo cuando alguien no hizo la tarea, que se tiene que resignar a que en situaciones como esa, por más injusto que sea, no le crean.

antes de despedirme, me gustaría agregar (para aquellos que piensan que mi vida no tiene sentido) que el sentido de mi vida es hacer feliz a Darío.

gracias por haberme leído.

el perro de darío."

como dije antes, por más que parezca que lo escribió la sociedad protectora de animales, yo no quiero decir nada en especial con este texto, sino sólo mostrar una idea rara que se me vino a la cabeza.

agradezco a An, que me dió el nombre para el dueño del perro.